Biografia Alejandro Sanz

Biografía

Alejandro Sánchez Pizarro nació el 18 de diciembre de 1968 bajo la luna de sagitario en Madrid, España. Sus padres, Jesús y María son naturales de las ciudades gaditanas de Algeciras y Alcalá de los Gazules respectivamente y llevaban algún tiempo viviendo en el madrileño barrio de Pueblo Nuevo, en el nº1 de la Calle Lomas, antes de mudarse a Moratalaz, cuando Alejandro tenía trece años.
Al cumplir los siete años sus padres le regalaron una guitarra y desde niño ya escuchaba los discos de Paco de Lucía e intentaba acompañar las canciones. Asistía a clases de guitarra en la academia de la escuela de Los Caídos, en Arturo Soria. A los diez años, por primera vez pisó un escenario y a los catorce ya cantaba en pubs y discotecas. Según se sabe su primer cachet fue de cinco mil pesetas. Algo que ayudó mucho a su formación musical fue el hecho de que Jesús, su padre, haya pertenecido durante muchos años al mundo musical. Había integrado el Trío Juventud y Los Tres de la Bahía, grupos de música típica española que supieron recorrer el sur de la península ibérica. Esto hizo que el joven aprendiz de cantante tomase el gusto por el mundo artístico. Además, su padrino fue Manuel Alejandro, autor de los más grandes éxitos de Raphael y Rocío Jurado entre otros.
De pequeño pasaba las vacaciones junto al mar, en las playas de Cádiz, y las navidades con sus tíos y acompañando a su prima Mónica con la guitarra. Ingresó a los “boy scouts”, algo totalmente desconocido para el gran público, donde disfrutaba de la vida al aire libre y la naturaleza.
Su primer y mas grande amor fue una compañera de escuela llamada “Marta”, a la que se le declaró con una carta de amor en plena clase. Esa carta llegó a manos de la maestra de turno y el alumno enamorado pasó a ser el hazmerreír de la clase. Esta terrible experiencia lo hizo llegar a no querer estudiar nunca mas hasta escaparse junto a un amigo (llamado Santi), dejando atrás el hogar familiar y las responsabilidades escolares. Buscando cierta “Libertad”, se marcharon hacia la costa de Andalucía. La travesura no llegó a durar más de una semana y cuando volvió al colegio, Marta lo estaba esperando para vivir el más apasionante romance de la adolescencia.
Convencido, a duras penas, por sus padres comenzó a estudiar dado el caso de que no le fuera bien en el mundo musical y al cabo de cinco arduos años se tituló como Técnico Administrativo en una academia llamada Teide, muy cerca de la Plaza Mayor. Casi de casualidad, se empleó en una oficina de representación artística y después de haber trabajado solamente un mes como administrativo decidió encarar su verdadera profesión preparando un demo.
Bajo la atenta mirada de Miguel Ángel Arenas, un reconocido cazatalentos, preparó algunas canciones junto al productor Tino Azores. “Lo conocí de una forma bastante pintoresca – recuerda Arenas – Mi tío Antonio, que es guitarrista flamenco, estaba formando un grupo de sevillanas, allá por el ’86. Casi por compromiso, porque no es mi estilo, me dispuse darle una mano y grabarle algunos demos. A la grabación fueron tres de los cuatro miembros del grupo, porque el otro estaba estudiando y no podía ir aquel día. Pero me mostraron una foto y me llamó la atención la buena imagen que tenía el chico que faltaba, del que me dijeron que era muy gracioso, simpático y que cantaba muy bien. Era Alejandro…”. Al poco tiempo, Alejandro le comentó que no se llevaba bien con el resto del grupo y Antonio convenció a Miguel que tenían que hacer juntos un disco de rumbas. Con canciones de Antonio y de Luis Miguéles (el guitarrista de Dinarama) preparan lo que sería “Los chulos son pá cuidarlos”, que salió bajo el seudónimo de Alejandro Magno y con escasa promoción. Hoy ese disco está totalmente descatalogado y es considerado una pieza de coleccionistas, pasando a la historia por tener el primer tema compuesto por Alejandro, “Tom Sayer”.
Después del fracaso comercial de “Los Chulos son pá cuidarlos” Hispavox (el sello discográfico) no quiso volver a apostar en Alejandro y éste cayó en una gran depresión, pero no se dejó amedrantar y siguió componiendo canciones y colaborando con otros artistas. Como guitarrista, haciendo coros, componiendo letras o música, o incluso como ayudante de producción. Esto le sirvió, además de para adquirir una experiencia y unos conocimientos técnicos que iban a ser muy útiles en el futuro, para centrarse y definir su estilo, cada vez más próximo a la balada y la canción romántica.
Cantó en el recopilatorio “Rumba pop”, compuso dos temas para Marina (la prima de Tijeritas), trabajó en el disco de María Vargas, hizo el rap de “Gangster” y se encargó de la grabación de las voces para “Los chicos de Tass” y aporto dos canciones al repertorio de Juan Carlos Valenciaga “Quiero morir en tu veneno” y “La llama de la pasión”, con quien además interviene como corista en compañía del malogrado Tino Casal.
A Alejandro estas cosas se le daban a las mil maravillas, lo que le valió la confianza de varios productores, que confiaron en él, para sucesivos proyectos.
Incluso produjo el primer elepé de Laventura, “Música del rincón”. El resultado de esas composiciones que Hispavox había rechazado se las llevó a otras dos compañías: Ariola y Warner , que tuvieron que pelearse entre ellas para definir el futuro del artista. Finalmente firmó contrato con Warner. En aquella época, Alejandro vivía un idílico romance con una mujer mayor que él (relación de la que surgió uno de sus más grandes éxitos), que terminó abruptamente cuando ella le comunicó que se iba a casar con otro hombre.
Corría 1991 cuando “Viviendo deprisa” salió a la venta. El resultado fue totalmente distinto a lo que la gran mayoría esperaba. La edición del disco fue acompañada por una gran campaña de promoción y significó el despegue definitivo de Alejandro. Aquí es cuando vuelve a cambiar de nombre y elige el que más tarde sería conocido por toda la gente. “Alejandro Sanz”, no es más que un seudónimo artístico que usó para su carrera como cantante, como alguna vez fue “Alejandro Magno”, “El Cané” o “Algazul Medina” con el cual firmaba sus primeras composiciones y que estaba formado por la contracción del lugar de nacimiento de su madre, Alcalá de los Gazules, y el segundo apellido de ésta. “Viviendo deprisa” comenzó a escalar en los rankings de las radios españolas y Alejandro se convirtió, en muy poco tiempo, en uno de los “acosados” por las chicas. “Nunca me consideré guapo” contestaba Alejandro muy sorprendido cuando lo interrogaban sobre su éxito con las mujeres; sin embargo, se confiesa un gran enamoradizo.
Pero hagamos un poco de historia. Alejandro Sanz fue la revelación de la música pop española de los 90 cuando vendió seiscientas mil copias de su disco debut. Jamás un artista nóvel había conseguido semejante récord, en la historia de la música pop española. “Viviendo deprisa” llegó a obtener seis Discos de Platino sólo en su país de origen, sin contar las importantes cifras que se obtuvieron en otros países de habla hispana. Al día de hoy cuenta con 10 discos editados, 6 DVD’s, 21 millones de copias vendidas, 200 discos de platino, 15 Latin Grammy Award y 1 Grammy Award.

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